Reservamos cuatro apartamentos para 7 personas con camas individuales. En una de ellas había un olor insoportable, pero a pesar de quejarnos no solucionaron el problema. Pedíamos que cambiasen la habitación, pero con la excusa de que no tenían otra habitación con dos camas, no lo hicieron. Con lo fácil que hubiera sido cambiar las dos camas para otra habitación, no es la primera vez que nos lo hacen en otros hoteles. Sobre todo porque estamos hablando de una estancia de más de un mes, ya que prolongamos la estancia inicial de quince días. Nos cargaron en la tarjeta el día 1 de enero varias noches, cuando no entrábamos hasta el 7 de enero y teníamos incluso la posibilidad de cancelar hasta tres días antes de la llegada. Es un tema que no me gustó nada. Eso sí, tuvieron el detalle de darnos un precio especial para las noches que aumentamos. Para negocios está bien, nuestro trabajo quedaba justo al lado,pero las habitaciones más pequeñas son demasiado pequeñas para dos personas. No valen para estancias largas. Lo malo era no tener wifi en la habitación, aunque de eso ya íbamos prevenidos. Es una pena que no se modernicen en ese aspecto.Pagamos a mayores el cambio de toallas cada dos días, porque sólo incluye la limpieza semanal en estancias de más de 7 días.