Todo estaba nuevo y muy bonito. Como es nuevo, el personal estaba un poco desorientado, pero nada grave, seguro que con el tiempo mejora. En la habitación que nos tocó, se escuchaba un zumbido muy molesto cada 15 minutos, creo que era el motor del agua o similar. La luz del WC no conseguimos apagarla. Zona de restauración muy buena (aunque la camarera echó el vino en la copa de cerveza y luego trajo una copa nueva y echó lo que ya había echado en el otro vaso, muy feo el detalle) y desayuno muy rico.