El hotel es un pequeño hotel boutique, pero tiene todo. El desayuno DELICIOSO!!!! y la atención de la encargada, súper amable, atenta y servicial. Todos los empleados desde el manager, Menny como Anat, Noi y Alon en el front desk, siempre con la mejor disposición de ayudar. Simplemente muestran el deseo de ayudar. El hotel ofrecía happy hour de 6 a 7 con la bebida gratis y unas galletas de avena deliciosas.
El hotel está súper bien ubicado, enfrente de la playa que tiene un Boardwalk sensacional.
Definitivamente volvería a Jewel cuando regrese a Tel Aviv. El hotel, la gente, el servicio, maravilloso.