Perfecto, para pasar un fin de semana, a dos kms de Graus, el entorno rodeado de montañas, las habitaciones diferentes a lo que estamos acostumbrados,son especiales, la cama inmensa y perfecta,para mucha gente serían un poco recargadas. El trato de los propietarios una pasada, nos trajeron hasta el número para no esperar en la carniceria, super amables. El desayuno lo mejor de la estancia, te tratan como si fueras de casa, impresionante, totalmente recomendable, un acierto.