Una advertencia, este hotel es para gente a la que le gusta convivir con la naturaleza, no es el tĂpico hotel de cadena. Es mĂĄs un ambiente de hostel. Francine (la dueña) te hace sentir como en casa, entre amigos, las cenas son espectaculares y siempre integra a todos los invitados asĂ que llegas a conocer gente de todas las nacionalidades, pero sobre todo europeos y canadienses, y en general se habla inglĂ©s. Aunque el staff habla tambiĂ©n español.
En la isla no hay buena recepciĂłn de Internet, asĂ que si tienes planeado trabajar a ratos no va a suceder (ademĂĄs tampoco vas a querer).
Si van, vale muchĂsimo la pena nadar en la noche ya que hay plancton que brilla y si llevas goggles Ăł un visor la experiencia es espectacular.
Y por supuesto convivir con los monos que viven ahĂ y que son adorables.