El personal siempre fue atento y cordial. Las Chef Juanita y Fernanda muy amables y atentas, hacĂan maravillas con lo que tenĂan disponible para preparar los platillos, ya que el menĂș era muy limitado y repetitivo. Para consumir el desayuno incluido, tenĂamos que caminar casi dos cuadras y entrar a otro edificio. Nos asignaron una habitaciĂłn ubicada en el Ășltimo piso de un edificio de la calle AristĂłteles 140, con dos recamaras y un baño porque Ă©ramos cuatro personas y por esto nos cobraron el doble por noche, como si fueran dos habitaciones independientes, la habitaciĂłn se calentaba mucho y no tenĂamos abanicos, en una de las recĂĄmaras habĂa un minisplit que dejĂł de funcionar desde la primera noche y no lo repararon nunca, todas las noches tuvimos mucho calor. Los colchones de las camas parecen de piedra, provocan dolor de espalda. Todo el mobiliario y ropa de cama es muy viejo y desgastado, en la recepciĂłn los sillones son viejos, se ven sucios o manchados. La TV fallaba mucho y tenĂa pocas opciones para ver, tenĂas que usar tu suscripciĂłn alguna plataforma o pagar directo para ver algo interesante. El internet estaba intermitente. Definitivamente no es un Hotel de 4 estrellas, quizĂĄ lo fue antes, pero ahora parece un hotel abandonado.