Es un buen hotel, la habitación muy bien, la playa es linda y tendida, muy privada por asi llamarlo. Regrese con muchas ronchas en la espalda, no quiero pensar que fue la cama.
El restaurante muy básico, la comida no es del todo, probe chilaquiles con Arrachera (muy poca carne), Omelett bueno, cafe bueno, jugo artificial, Piña colada muy artificial, coctel de caracol y camaron mas o menos, pedi una cerveza y me la vaciaron en un vaso de plástico con sabor a jabon de trastes. El personal no se da a basto para una buena atencion.