Visité el hotel hace 8 años, y se nota que desde entonces no le dan mantenimiento, los jacuzzis del rooftop nunca estuvieron prendidos, la atención en los restaurantes es forzada, pedí llenaran el jacuzzi del balcón por la noche, todo bien, en la mañana salimos a desayunar y volviendo mágicamente el jacuzzi estaba a punto de desparramar el agua, “mágicamente “ se abrió la llave, obviamente alguien entró a la habitación mientras desayunábamos. Después de las 9:30 pm no hay ningún tipo de servicio de comida ni bebida, los restaurantes están cerrados y no hay servicio a la habitación, tuvimos que comer de una máquina expendedora, Al día siguiente amanecimos enfermos del estómago. No lo recomiendo.