Mi experiencia no fue buena, lo que hace que no volvería ni recomendaría este hotel.
Reservé 2 habitaciones y una no tuvo ningún problemas, era muy cómoda la cama y espaciosa la habitación, aunque se apreciaría un extractor en el baño. Sin embargo, a la otra de alguna forma se desconfiguraban las tarjetas y había que bajar a que las volvieran a activar para poder entrar, malestar que incrementaba al haber solo 2 ascensores muy lentos y cuando uno está en el piso 14, se hace eterno. Además, para abrir la puerta había que intentar más de una vez, porque algo hacía que se bloqueara, punto que al igual con el problema anterior, levantamos todos los días y nos dijeron que mandarían un técnico a revisar, lo que nunca ocurrió.
Lo último es lo sucia, poco profunda y muy lejana a las fotos de la piscina. No deberían permitir comer en la piscina, porque estaba llena de comida y tuvimos que sacar 2 servilletas del agua, lo que nos hizo salir y no volver, y la ducha no tenía agua. Dicen que la profundidad es de 1mt, pero no llega a los 70cms. Y por último, en las fotos se ve la piscina de un celeste claro, pero está pintada de un azul oscuro, lo que acrecienta la percepción de suciedad o quizás lo hacen con la intención que ésta pase más desapercibida.
Sin embargo, no todo fue malo, así que me gustaría destacar la buena atención del personal en el desayuno y de Ricardo en recepción, y la ubicación del hotel.