Volvería a pasar por este hotel.
Me pareció genial que tuvieran una máquina para registrarse a la llegada pero no encontrabamos el número de la reserva y tardamos un montón en poder registrarnos. Picamos al timbre cuando llegamos y no nos oían nada, tanto que acabamos enfadandonos porque nos parecía un incordio que si el de recepción está a en la primera planta no bajara a atendernos en persona porque "hasta tal hora no estamos". Si estáis, nos estás hablando y no nos oyes... luego fue a buscarnos a la habitación. A mí no me gusta que nadie venga a molestarme a la habitación del hotel. Estabas y no quisiste bajar pues ahora no vengas a incordiar... Libró que no estábamos en la habitación porque sintiéndolo mucho mi reacción no iba a ser buena...
Tiene mucho aparcamiento al rededor, acceso directo a la autopista, bar y supermercado justo debajo y enfrente una gasolinera, está muy bien ubicado si vas, como en nuestro caso, de paso.
Me encantó de la habitación que fuera amplia, con sofá y nevera, siempre se agradece la nevera. Lo que no me gustó es que las cortinas no cubrían bien las ventanas y por la mañana entraba mucha luz.
La limpieza podría mejorar un poco pero teniendo en cuenta que suelen tener 10 o 15 minutos para hacer cada habitación estaba bien. Alguna tela de araña que llevaba tiempo allí y la tabla donde va la tele, esa tabla sí necesita una pasada de bayeta y la funda del sofá tenía un gran manchurron pero insisto que con el tiempo que tienen mucho hacen ya...